Mujeres en el vaishnavismo

Múltiples preguntas con sus respectivas respuestas, como parte de una entrevista para una revista eslovena:

 

Pregunta #1: ¿Dentro de la conciencia de Krishna solamente los hombres pueden tomar la orden sacerdotal o ser Swami? De ser así, ¿por qué es esto? ¿Por qué una mujer no puede llegar a ser Swami?

Respuesta de  Srila Acharyadeva:

En la tradición védica o cultura vaisnava una persona en la orden sacerdotal no es necesariamente un Swami o sannyasi. Desde tiempos remotos, los brahmanas han cumplido las funciones de sacerdotes, realizan rituales sagrados en el altar, atienden a las Deidades, llevan a cabo los servicios semanales, dan conferencias, etc. También tenemos muchas mujeres líderes en nuestra comunidad, presidentas de templo y miembras de nuestro cuerpo gubernamental. Mukhya Devi, una mujer excepcional, es la presidenta de nuestra comunidad más grande es el mundo occidental, en Alachua, Florida.

 

Pregunta #2: Históricamente, ¿esto ha sido siempre así?

Respuesta de Srila Acharyadeva:

En algunas de las primeras escrituras sánscritas, en los primeros Upanisads, encontramos mujeres como Gargi, quienes eran grandes maestras quienes instruían a los reyes.

 

Pregunta #3: ¿Puede una mujer ser guru dentro del movimiento Hare Krishna?

Respuesta de Srila Acharyadeva: 

Sí, las mujeres pueden ser gurus. Esa es la posición oficial de nuestro cuerpo gubernamental. Históricamente las mujeres han servido como gurus a través de los siglos.

 

Pregunta #4: ¿Las mujeres pueden trabajar o deberían hacerse cargo de la casa y de las niñas y los niños?

Respuesta de Srila Acharyadeva:

El principio general es que cada quien debe servir a Dios acorde con su propia naturaleza y habilidades. Ese es el principio que Krishna enseña en el Bhagavad-gita, por ejemplo, nuestro fundador, Srila Prabhupada, le solicitó a mujeres y hombres cuya inclinación así lo dicta que obtuvieran doctorados y enseñaran este conocimiento espiritual en las universidades.

 

Pregunta #5: ¿Hay una igualdad entre hombres y mujeres en el sentido de que pueden conseguir un trabajo, hacerse cargo del hogar y la familia, cocinar, etc?

Respuesta de Srila Acharyadeva:

Reitero, cada quien debe servir acorde con su propia naturaleza. Personalmente se de casos en los que la devota trabaja y el devoto se hace cargo de la casa. La regla es que debemos hacer las cosas con naturalidad, no ideológicamente. Una mujer o un hombre no deben tener un trabajo en particular o quedarse en casa simplemente para seguir una ideología. Nuestro deber viene de nuestra naturaleza y cada individuo es único.  Si le damos la libertad a las personas y les animamos a servir acorde con su propia naturaleza, ellas y ellos terminaran en el lugar adecuado.

Gracias por la oportunidad de tocar estos temas.

Con mis mejores deseos,

Hridayananda das Goswami

P&R Srila Acharyadeva, Traducción de las canciones vaishnavas

Pregunta: Srila Prabhupada escribió una vez: “Has preguntado acerca del canto de las oraciones de Narottama Thakura y sí, ellas están autorizadas en cualquier idioma”. (CSP Hamsaduta, 12 de diciembre, 1968). He observado que muchos o la mayoría nuestra comunidad no conoce el significado de las canciones que están cantando. En todas partes, desde China hasta las tribus Zulu, se esta honrando la comida en Bengalí (sarira avidya jal…). ¿Cree usted que las oraciones perderían efecto si son traducidas al idioma local? ¿debemos recitar estas canciones solamente en el sánscrito o Bengalí original o deberíamos traducirlas y cantarlas en el idioma local durante los programas matutinos y en los de la tarde?

Respuesta de Srila Acharyadeva:

Está claro que necesitamos las canciones en el idioma local para que las personas entiendan lo que están cantando. y escuchando y al mismo tiempo necesitamos las canciones en bengalí y en sánscrito para que las devotas y devotos de todas partes del mundo puedan compartir las mismas canciones y participar en una adoración familiar en cualquier parte del globo, debemos ser tanto locales como universales.

Con mis mejores deseos,

Hridayananda das Goswami