Guru vaishnavi

La guru vaiṣṇavī 
por Hridayananda Das Goswami Introducción Tres sannyāsīs GBCs antiguos presentaron al cuerpo del GBC una serie de “puntos cruciales” con la esperanza de vedar la presencia de gurus vaiṣṇavīs en ISKCON. El GBC tomó esto en cuenta y no aprobó la moción de tal instancia, es decir, las guru vaiṣṇavīs. Como es el deber de los brāhmaṇas mayores aconsejar al GBC y como las y los miembros de ISKCON necesitan conocer el funcionamiento del gobierno que les rige, analizaré la validez lógica de los puntos cruciales presentados por los miembros del GBC. Los argumentos aquí debatidos fueron presentados con el fin de convencer al GBC para que negara el derecho a la mitad de los miembros de ISKCON de ser guru dīkṣā. Quienes lean este ensayo pueden formular sus propias conclusiones acerca de la lógica de los puntos cruciales en contra de las guru vaiṣṇavīs. Argumentos en contra de las guru vaiṣṇavīs. Los tres sannyāsīs GBCs (de aquí en adelante llamados “los autores”) presentaron un “llamado a la consistencia y a la claridad” con respecto a las dīkṣā guru vaiṣṇavīs. Pero, ¿son sus argumentos claros y congruentes? Primero, los autores propusieron presentar evidencias secundarias y primarias. Luego, al admitir que los miembros del GBC estaban en desacuerdo con la “evidencia secundaria”, por ejemplo, la interpretación de Guru, Sādhu, y Śāstra, los autores afirmaron que basarían sus argumentos en la evidencia primaria, es decir, las propias palabras y acciones de Prabhupada. Desafortunadamente, los autores malinterpretan y hacen mal uso del término evidencia primaria y eso conlleva a una serie de argumentos inválidos y contradictorios. Examinemos su lógica. “… Su Divina gracia no trato el tema de VDGs (dīkṣā guru vaiṣṇavīs, por sus siglas en inglés) en 1977. En aquella ocasión, cuando Srila Prabhupada habló de sus discípulos como disksa gurus, nunca mencionó que las vaishnavis pudiesen tomar esa función”. Aquí tenemos un claro caso de razonamiento circular, un tipo de razonamiento en el cual las premisas sustentan la proposición, pero la proposición sustenta las premisas, “crear un círculo en el razonamiento donde no se comparte información útil”. Forma lógica: X es verdad debido a Y. Y es verdad debido a X. En los puntos cruciales, no tenemos evidencia de que al discutir y nombrar gurus, la intención de Prabhupada era imponer cualificaciones raciales, étnicas o de género o el determinar que algún grupo racial, ético o de género nunca pudiera cumplir la función de guru. En 1977, Prabhupada nombró a once devotos blancos y estadounidenses para que fuesen gurus ṛtvik y gurus regulares en su ausencia. No tenemos evidencia de que al hacer eso la intención de Prabhupada era establecer que sólo hombres, blancos y estadounidenses pudieran ser gurus. Los autores declaran que la elección de Prabhupada de varones blancos y estadounidenses, no significa que los gurus posteriores tuvieran que ser estadounidenses y blancos. Pero su nombramiento de varones requiere que los gurus posteriores sean solamente varones. Aun cuando las tres designaciones, raza, nacionalidad y género, son designaciones corporales. De hecho, no tenemos evidencia de que al nombrar los once varones, blancos y estadounidenses, la intención de Prabhupada era la de excluir por siempre de la posición de guru a quienes no fueran devotos blancos, varones y estadounidenses. Prabhupada en realidad nunca dijo que estaba estableciendo los requisitos para el liderazgo espiritual. Veamos las razones por las cuales el argumento de los autores caen en una comprensión circular. Premisa A: Al nombrar once devotos para ser ṛtvik y gurus regulares, la intención de Prabhupada, aun cuando él nunca lo dijo, era limitar el tipo de cuerpo de los gurus. Premisa B: Prabhupada nombró sólo gurus varones. Conclusión C: Por lo tanto, al nombrar solo gurus varones, la intención de Prabhupada era prohibir por siempre a quienes no fuesen varones el convertirse en gurus. Nótese que conclusión C es prácticamente idéntica a la premisa A. Tenemos un ejemplo de libro de texto de una falacia llamada razonamiento circular, en donde la premisa prueba la conclusión, al mismo tiempo que la conclusión prueba la premisa, lo cual deja como resultado un círculo de lógica inválida. Nótese también que el único argumento válido, la premisa B en la que: Prabhupada nombró solo gurus varones, está delimitada por las presunciones presentadas por los autores acerca de las intenciones de Prabhupada. Es así como la única evidencia primaria que tenemos es que Prabhupada en un comienzo nombró a once gurus varones, blancos y estadounidenses. Como la premisa A y la conclusión C no describen las palabras o acciones de Prabhupada y en vez de ello, son especulaciones acerca de ellas, la conclusión no es para nada una evidencia primaria. Nuevamente, la única evidencia primaria que tenemos aquí es un hecho neutral en el que Prabhupada nombró once varones, blancos y estadounidenses como gurus. También, los autores no explican la razón por la cual dos de las designaciones corporales de los primeros once gurus no revelan las intenciones de Prabhupada, pero la tercera designación, de género, lo dice todo. La circularidad no es la única falta que evidencia la invalidez de los argumentos de los autores. Los argumentos lógicamente conllevan a una absurda concusión: alguien que no sea un varón, blanco, estadounidense no será guru. Nada en la argumentación de los autores evita llegar a esa conclusión. Más bien, su lógica requiere dicha conclusión. Por lo tanto, difícilmente se puede llamar evidencia primaria a los argumentos de los autores. Pero, ¿qué hay acerca de su argumento corolario, en el cual Prabhupada no mencionó a las guru vaiṣṇavīs en sus conversaciones acerca de futuros gurus en 1977? Existen diversos problemas, por ejemplo:

  1. No contamos con las palabras directas de Prabhupada, una cita en la que esté vedando explícitamente a las vaiṣṇavīs como gurus. Si Prabhupada hubiera hecho tal declaración, los autores la hubieran citado.
  2. Por el contrario, los autores especulan acerca de las presuntas, más no explícitas, intenciones de Prabhupada. Esta presunción es presentada como una evidencia primaria.
  3. Es bien sabido que Prabhupada usaba los pronombres en inglés en un sentido antiguo y tradicional, donde los pronombres masculinos, tales como él, su (original del adjetivo posesivo masculino singular en inglés), etc., refiriéndose a todas las personas. Prabhupada constantemente usaba este pronombre masculino universal e incluso en algunas ocasiones usaba él para indicar una mujer. También encontramos esto en el sánscrito y en español en donde el plural de la palabra fathers – pitarah en sáscrito, padres en español – indica padre y madre. Entonces, el uso del pronombre masculino que hace Prabhupada en la discusión acerca de los gurus no constituye una evidencia seria para excluir a las mujeres. Si así fuera, una enorme parte de los libros de Prabhupada no ofrecerían guía para la mitad del planeta, debido al uso del pronombre masculino para referirse a cada alma condicionada y a todas las personas que practican el bhakti yoga.

Nuevamente, los autores no nos presentan evidencias primarias, pero si sus interpretaciones de la evidencia primaria, la cual es neutral. Los autores mencionan al comienzo que las interpretaciones son evidencias secundarias y aun así, no siguen su propia regla. La evidencia primaria requiere una declaración directa y explícita de Prabhupada para que sea posible que a pesar de sus otras declaraciones y a pesar de la tradición vaiṣṇava, las vaiṣṇavīs, sin importar cuan puras o cualificadas, nunca puedan asumir el rol de dīkṣā gurus. Sin embargo, no tenemos tal afirmación. La falsa evidencia primaria de los autores asume una inferencia injustificada: cuando Prabhupada hacía una cosa, realmente estaba haciendo otra. Cuando llamaba de forma positiva a algunos devotos a ser gurus, estaba estableciendo ciertas condiciones corporales exclusivas para los gurus y al mismo tiempo rechazaba a aquellos devotos, sin importar su vasta cualificación, que no cumpliesen con esos requisitos corporales no explícitos. La inferencia personal de los autores se interpone y distorsiona las declaraciones y acciones explícitas de Prabhupada. Irónicamente, en vez de aclarar la evidencia primaria, la distorsionan. Los autores hacen otra inferencia injustificada que se interpone entre las declaraciones de Prabhupada y en la propia conclusión de los autores, la cual es la declaración de Prabhupada en 1977, que anula todas las declaraciones previas con respecto al tema. Los autores no tienen autoridad para nulificar las afirmaciones previas de Prabhupada acerca de los gurus puesto que Prabhupada no lo hizo personalmente. Nuevamente, en nombre de la evidencia primaria, los tres miembros del GBC promovieron sus propias y ambiguas interpretaciones de las declaraciones y acciones de Prabhupada. Los autores nos dan más evidencia primaria: “(Prabhupada) no dijo: ´No estoy incluyendo vaiṣṇavīs ahora, pero deberían ser incluidas en el futuro´“. Este argumento asume que Prabhupada ya había excluido a las guru vaiṣṇavīs e impuso un tiempo indefinido para dicha exclusión. Como Prabhupada no rechazó explícitamente a las guru vaiṣṇavīs, la ausencia de un tiempo límite de una exclusión ficticia no tiene sentido. Los autores intentan construir su razonamiento circular de la siguiente forma: “Llamemos a esta estructura de dīkṣā gurus que Srila Prabhupada personalmente instauró y nos legó: Estructura A”. Aquí, los autores declaran que una lista es una estructura. En realidad, una lista de gurus varones, blancos y estadounidenses o cualquier otra lista referente a esto, no es necesariamente una estructura. Prabhupada nunca dijo que al hacer una lista, estaba creando una estructura que permitiría o limitaría a los gurus según su tipo de cuerpo. La lista de once gurus es una estructura delimitante sólo si acordamos que la intención de Prabhupada era definir requisitos raciales, étnicos y de género al momento de nombrar a once gurus varones, blancos y estadounidenses. Sin embargo, Prabhupada nunca dijo que estaba creando una estructura racial, étnica o de género al nombrar sólo a gurus varones, blancos y estadounidenses. El GBC nunca tomó la lista de esa manera, ya que se atrevieron a nombrar gurus que no eran blancos ni estadounidenses. Por lo tanto, no hay evidencia primaria de que la lista de los once gurus o ṛtviks fuera una estructura establecida o delimitante. De nuevo, esta evidencia primaria no es evidencia del todo. Por lo que los autores recaen en un razonamiento circular: la lista es una estructura delimitante por que la lista es una estructura delimitante. La circularidad continúa. Una vez más, los autores construyen su propia presunción sin fundamento al afirmar: “Y permítannos llamar a la estructura basada en la evidencia secundaria que el GBC propone – la estructura que incluye VDGs (vaisnavis guru dīkṣa, por sus siglas en inglés) y por lo tanto motor de cambiar de lo que Srila Prabhupada instauró: Estructura B”. Como el asunto tratado es si la intención de Prabhupada era “estructurar algo” cuando simplemente dio una lista, el afirmar que las guru vaiṣṇavīs cambiarían la “estructura” de Prabhupada es un flagrante razonamiento circular, una forma de lógica inválida. Los autores hacen caso omiso de este problema y declaran: “En resumen, [si autorizamos dīkṣā–gurus vaishnavīs] estaríamos cambiando lo que Srila Prabhupada creó”. Si este argumento es válido, entonces el GBC cambió lo que Prabhupada hizo la primera vez que autorizó a un devoto no –blanco y estadounidense para convertirse en guru. Los autores presentan otra pregunta: “¿Tenemos el derecho y la realización de cambiar lo que Srila Prabhupada dejó con respecto a los dīkṣā gurus?” Como los autores declaran que Prabhupada “instauró”, algo Prabhupada nunca dijo estar instaurando, se presenta aquí un buen ejemplo de una falacia lógica conocida como petición de principio, similar al razonamiento circular. La petición de principio continúa sin cesar: “Creemos que el GBC no debería igualar su inteligencia colectiva con la posición de su acarya fundador, quién, de acuerdo con el Srimad Bhagavatam 10.2.31, nos dejó “el método por el cual él atravesó”(un método que fue aceptado por Krishna) ¿Realmente pensamos ser capaces de realizar cambios tan radicales y que sean aprobados por Krishna?” He aquí algunos problemas serios con este argumento:

  1. El argumento cita inapropiadamente a Prabhupada. El significado del ŚBh 10.2.31 no contiene la “cita” mencionada, “el método por el cual él atravesó”.
  2. Este significado en cambio dice: El deber del ācārya, por lo tanto, consiste en encontrar los medios para que los devotos puedan ofrecer servicio conforme a las referencias del śāstra. Rūpa Gosvāmī, por ejemplo, con la idea de ayudar a futuros devotos, publicó el Bhakti-rasāmṛta-sindhu y otros libros devocionales.

“El deber del Acarya…es encontrar el medio por el cual las devotas y devotos puedan ofrecer servicio de acuerdo a… śāstra. Rūpa Gosvāmī, por ejemplo, para ayudar a las devotas y devotos posteriores, publicó libros devocionales tales como el Bhakti-rasāmṛta-sindhu”. En el capítulo seis de ese texto, Bhakti- rasāmṛta-sindhu, presentado por Prabhupāda, Rūpa Gosvāmī afirma que los principios fundamentales del servicio devocional no pueden cambiarse, pero los detalles son variables. Como los autores establecen que el aceptar guru vaiṣṇavīs sería un cambio radical y como un cabio radical significa “de raíz”, los autores deben de asumir que permitir guru vaiṣṇavīs violaría la raíz de un principio del bhakti-yoga, en vez de un detalle variable. Sin embargo, Rūpa Gosvāmī en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu no menciona que reprimir o prohibir guru vaiṣṇavīs es un principio básico o la raíz de un principio del bhakti-yoga. Nótese que los autores no citan el śāstra, ni a ningún otro Acharya, para mostrar que aceptar guru vaiṣṇavīs podría “cambiar radicalmente” las reglas esenciales del bhakti-yoga. De hecho, el género del guru es un detalle del servicio devocional y una variación a un detalle no es un “cambio radical” ya que no cambia un principio fundamental.

  1. Irónicamente, Prabhupada dice en el significado del ŚBh 10.2.31 que “El deber del guru es encontrar los medios, de acuerdo a tiempo, lugar, circunstancia y persona candidata por medio de los cuales se pueda promover el rendir servicio devocional…”. El guru tiene el deber de hallar el método, conforme al momento, las circunstancias y el candidato, para encauzarnos hacia la práctica del servicio devocional.

En realidad, negar a las devotas o devotos el derecho y deber dado por Prabhupada de ajustar los detalles variables “de acuerdo a tiempo, lugar y circunstancia” es situar la propia inteligencia por encima de la de Prabhupada. En su significado del ŚBh 4.8.54 y en otras partes, Prabhupada llama a quienes predican a tomar todos los riesgos y hacer todos los ajustes necesarios para expandir exitosamente el movimiento. Dejemos a los autores probar que Prabhupada prohibió absolutamente la presencia de guru vaiṣṇavīs y luego permitámosles acusar a quienes no estén de acuerdo con ellos al competir con Prabhupada. Los autores continúan condenando el intento de seguir la orden directa de Prabhupada de mantener su movimiento relevante y expansivo por medio del ajuste de los detalles: “El asunto de importancia es que mientras Srila Prabhupada estaba manifiesto frente a nuestros ojos, podía ajustar las cosas con base a los acharyas anteriores, pero cuando partió, no está bien hacer eso”. ¿Acaso los autores suponen que ISKCON no ha hecho ajustes del todo desde 1977? ¿Es ISKCON hoy similar en todos sus detalles al ISKCON de 1977? Tal afirmación sería ridícula. En realidad, Prabhupada realizaba ajustes continuamente según tiempo y lugar y nos ordenó hacer lo mismo. El desviarse de la instrucción de Prabhupada es tener la noción de que en su ausencia física no podemos volver a ajustar ninguno de los detalles en términos de tiempo y lugar. Esta noción contradice directamente muchas de las declaraciones de Prabhupada en donde nos autoriza a realizar dichos ajustes. Comparemos estas dos declaraciones:

  1. Los autores: “[Prabhupada] podía ajustar las cosas…pero después de que partió, no es nuestro derecho [hacer ajustes].
  2. Prabhupada: Si alguien va a predicar, toma todos los riesgos y basa sus deliberaciones con respecto a tiempo y lugar, puede que hayan cambios…pero eso no es una falta de ninguna manera de acuerdo con el śāstra” [ŚBh 4.8.54 significado].

Dejo a quien lee esto la comparación de estas dos declaraciones tan diferentes. Los autores tratan a continuación de asustarnos con otra forma de argumento falso, la pendiente resbaladiza. He aquí una definición de esta falacia: “En la lógica,… la pendiente resbaladiza es un mecanismo lógico…en el cual una persona afirma que un evento es inevitablemente consecuencia de otro sin ningún argumento racional o mecanismo que demuestre lo ineludible del evento en cuestión”. Los autores nos dan este ejemplo de la pendiente resbaladiza: “Si cambiamos lo que Prabhupada personalmente dejó establecido, entonces el GBC habrá abierto la puerta y creado el precedente para que las futuras generaciones hagan quién sabe qué cambios”. En otras palabras, si realizamos un ajuste vital según tiempo y lugar, el cual ya se encuentra en nuestra tradición y en las propias palabras de Prabhupada, o sea, si permitimos que haya vaiṣṇavīs ejerciendo el papel de gurvi, entonces estaremos inexorablemente cayendo en una pendiente resbaladiza en las profundidades de la desviación y la perdición. En realidad, Prabhupada nos dio un criterio claro para guiar los ajustes que él necesitaba que realizáramos, un criterio tomado de Rūpa Gosvāmī: no debemos cambiar los principios básicos, pero podemos ajustar los detalles. Si combinamos estas dos categorías –reglas básicas y detalles– y luego nos oponemos a los ajustes necesarios de tiempo y lugar, nos desviamos de las enseñanzas de Prabhupada y corremos el peligro de dañar su misión. Los autores abordan su conclusión con una cita de un antiguo amigo de ISKCON, el profesor Burke Rochford, que dice: “Tal giro cultural [equidad de género] es significativo porque es una señal de la manera en la que el tradicionalismo [el parampara] no sirve más como la base de la cultura religiosa de ISKCON. Al alcanzar la equidad de género, los líderes de ISKCON nivelan la organización con una característica que define a la cultura liberal moderna”. He aquí algunos problemas con esta cita:

  1. De acuerdo con el autor mismo, en una conversación personal conmigo, los autores tomaron sus comentarios fuera de lugar. Dr. Rochford menciona, “Primero, mi trabajo no debe ser tomado como una crítica de equidad de género dentro de ISKCON o en ninguna otra parte”.

En el discurso académico, palabras tales como tradición, autoridad, etc. pueden referirse a un significado muy preciso y especial que puede no ser sinónimo de las mismas palabras usadas dentro de ISKCON.

  1. En la cita, parece que los autores insertan la palabra parampara como un sinónimo de tradición. Al decir tradición, el Dr. Rochford no se refería a nuestra tradición Gauḍīya Vaiṣṇava de 500 años ni a nuestra eterna tradición vaiṣṇava. Él no es un especialista en esas áreas. Él estaba hablando de ISKCON durante un periodo muy limitado, a partir de la mitad de 1970 al momento del artículo. A pesar de ser un magnífico académico, no es un especialista en temas del parampara.
  2. La declaración de que la equidad de género es una característica de la cultura liberal es altamente anacrónico. Dr. Rochford escribió, “Estás en lo correcto cuando dices [que] la equidad de género a través del mundo es una normativa actual”.

De hecho, estudios recientes, tales como una encuesta de Pew en el 2010, muestra como en occidente y en otras regiones, prácticamente todas las personas apoyan la equidad de género. Estos son los porcentajes de las personas que apoyan la igualdad de género: USA 97% Gran Bretaña 97% Francia 99% Alemania 97% España 99% Polonia 95% Argentina 97% Brasil 95% México 96% http://www.pewglobal.org/2010/07/01/gender-equality/ Por lo tanto, en el mundo actual, llamar a la equidad de género un “asunto liberal” es absurdo. Los autores afirman: “Y ¿cuál es la justificación que le daríamos a la totalidad de ISKCON y al mundo exterior al hacer algo que Srila Prabhupada no hizo?” Aún si aceptáramos esta lógica errónea, se concluiría que como Prabhupada no nos ordenó explícitamente vedar a las guru vaiṣṇavīs, él, por lo tanto, nos prohibió que las vedáramos. Conclusión Para sobrevivir, cualquier movimiento, inclusive ISKCON, debe tanto preservar su esencia eterna como adaptar sus detalles a los tiempos cambiantes. La historia muestra que adaptarse sin preservar conlleva a la pérdida de la identidad, pero preservar sin adaptarse lleva a la extinción. Los movimientos, como todo tipo de vida, deben adaptarse o perecer. Por eso, la persona inteligente ve la necesidad de balancear tanto la preservación como la adaptación. Rūpa Gosvāmī y Prabhupada nos dan un criterio simple para dirigir ambas, la preservación y la adaptación: debemos preservar nuestros principios fundamentales y debemos adaptar los detalles. Ya que ni Rūpa Gosvāmī, ni ningún otro Acharya, ni ningún śāstra básico establece que vedar a las guru vaiṣṇavīs es una ley invariable fundamental del bhakti-yoga, concluimos lo que es obvio: es un detalle. Aquellas personas que confunden los principios invariables con detalles variables distorsionan nuestra filosofía y amenazan a ISKCON con fallas y aspectos irrelevantes. Prabhupada mismo mencionaba frecuentemente estos principios de preservación y adaptación: “Debo hacer los ajustes de acuerdo a cada país, de acuerdo a cada circunstancia, tanto como sea posible… Por lo que tenemos que adoptar deśa-kāla-pātra… Pero estamos conservando nuestros principios tal cual son, haciendo arreglos de acuerdo a las circunstancias. Eso es necesario”. (clase de ŚBh 1.2.10 — Delhi, 16 de noviembre, 1973) ISKCON necesita recibir a las personas devotas cualificadas para servir como gurus, sin imponer una prueba corporal en términos de raza, nacionalidad, etnicidad o género. Así como lo declaró el Señor Chaitanya: “Quienquiera que conozca la ciencia de Krishna se le considera guru” [CC 2.8.128] Prabhupada mismo citó este verso cuando insistió en que las mujeres podían ser gurus en el parampara. El 18 de junio de 1976, el Profesor Joseph O’Connell de la Universidad de Toronto le Preguntó a Prabhupada: “¿Es posible, Swamiji, para una mujer ser una guru en la línea de sucesión discipular?” Prabhupada respondió: “Sí,…hombre o mujer… Yei kṛṣṇa-tattva-vettā sei guru haya. La cualificación de guru es que debe ser consciente de la ciencia de Kṛṣṇa. Luego, él o ella pueden convertirse en guru. Yei kṛṣṇa-tattva-vettā, sei guru haya. En el mundo material, ¿existe alguna prohibición para que una mujer sea profesora? Si ella está cualificada, puede ser una profesora. ¿Hay algo malo en eso? Ella debe de estar cualificada. Esa es la situación. De forma similar, si una mujer entiende la conciencia de Krishna perfectamente, puede ser guru”. [BTG 33-02 1999]